sábado, 14 de julio de 2012

Venga y Atrévase a Soñar

Hace poco, me encontré en una situación particular en la cual hice uso de una de las clásicas frases que utiliza toda persona que ya veía tele en la década del 80. En un momento, me encontré diciéndole a alguien que no conozco mucho (cuya identidad permanecerá oculta para su propia protección) la frase “no sé que hacer con las manos, Berugo”
Esta reconocida frase proviene del exitazo de las tardes de canal 9: Venga y Atrévase a Soñar, conducido por Berugo Carámbula, excelente programa. Lo que sucedía era lo siguiente: durante toda una semana, amas de casa competían en distintas pruebas, entre ellas el conocido juego de las coincidencias (¿¿alcoyana –alcoyana??) para llegar a la gran final del día viernes, en la cual la ganadora accedía al premio mayor: ir detrás del el arco iris. La ganadora, vestida de impecables jeans cintura alta y camisa con hombreras, se perdía tras el arco iris y emergía segundos después vestida de lamé dorado, maquillada y peinada al mejor estilo Dinastía. Para una persona de 5 años, eso era magia; era esperar cuatro largos días para ver la ansiada transformación de ama de casa desteñida a potencial protagonista de culebrón norteamericano.

Una vez de vuelta en el estudio, la señora le decía a Berugo : “no sé que hacer con las manos” y ahí Berugo le obsequiaba también una cartera, ¡¡¡que hacia juego con los zapatos!!! De tal manera cree un niño; nunca jamás se me ocurrió ni siquiera cuestionar la veracidad del hecho.

Del mismo modo, apenas unos años después, me hice de otra firme convicción.
Todos los domingos por la mañana, mientras mi familia aún dormía, tomaba los manuales de los electrodomésticos de mi casa- televisor, videocasetera, lo que estuviera a mano en el cajón en el que se guardaban los manuales- y, en un cuaderno especial destinado para tal fin, me dedicaba a copiar textualmente todo el manual en chino, si, en chino. Estaba convencida que al copiar cada letra, cada línea estaba aprendiendo chino. Así de fácil, así de sencillo. Hasta había armado un plan: una vez dominado el idioma, iba a sorprender a toda mi familia ¡hablando Chino!

Claro está que no lo logré, pero sin embargo todavía sigo pensando que era una buena idea, le faltaba pulir un poco la ejecución nada más. Otra hubiera sido la historia si, por ejemplo, hubiera leído la parte en español antes de ir derecho al chino; pero no,
porque, como todos sabemos, además de crédulos los niños son de las criaturas mas ambiciosas del mundo.

1 comentario:

  1. "Hasta había armado un plan: una vez dominado el idioma, iba a sorprender a toda mi familia ¡hablando Chino!" - hermoso

    con una edad similar, yo contaba de 1 a 100 y luego de 100 a 110 y decía luego "200", y ahí de 200 a 210 y luego decía "300", así sucesivamente le dije a mis familiares que sabía contar hasta 1000

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