martes, 1 de mayo de 2012

Un Disco de Nine Inch Nails y casi un Palo por la Cabeza


Tercer año de la secundaria. Un día largo y aburrido de lluvia en el colegio. Caía el agua incesantemente sobre el patio, y mis forajidas malvivientes amigas y yo decidimos ir a ver cómo el agua cubría todo. Vimos un gusano retorciéndose en el agua.
Alguien tuvo una brillante idea:
-         A la que se coma el gusano le regalamos un compact.
Quiero aclarar que en los noventas, los compacts costaban, como mucho, 20 pesos. Que eran 20 dólares.
-         Yo me lo como.
Esto lo gritó una de las forajidas, que aquí voy a llamar Marikena para resguardarme
legalmente. Ella era muy fan de Marilyn Manson, y ser fan le demandaba ciertos actos acordes con el perfil de su ídolo. En su caso, ser temeraria, osada y, en ocasiones, asquerosa. No sé si recordarán que Manson en su videoclip Tourniquet comía bichos. Para Marikena esto habrá sido como un llamado divino.
Nos abandonó el letargo, y enseguida estábamos en el aula escribiendo un contrato. “Si así no lo hiciera, la ridiculizaremos y humillaremos por el resto del año”. Firmamos todas y juntamos la plata.
Nos fuimos a sentar al patio una vez más, trajimos el gusano al aula, y ahí, ante la mirada atónita de todas y con una enigmática media sonrisa, Marikena se lo tragó.
-         Quiero el de Nine Inch Nails que tiene Closer.
Me ofrecí a ir a comprarlo a la Bond Street. Al llegar al local roñoso y con olor a
humedad, en el subsuelo, entrando por Rodríguez Peña, noté con desesperación que un sujeto blandiendo un palo entraba al local atrás mío. Se ve que quería ajustar alguna cuenta con el que atendía el negocio. Yo me quedé inmóvil, hasta que el comerciante lo sacó del medio, sin antes ver cómo el sujeto desmantelaba la vidriera y le gritaba improperios.
Cuando llegué al otro día a la escuela le dije a Marikena que mejor lo cuide, porque me había salido 20 pesos y casi un palo por la cabeza. Ese era el tipo de cosas que se hacían por un compact en los noventas. Ir a un sótano apestoso, poner la propia vida en peligro, o comerse formas de vida inferiores. ¿Cuánto está dispuesto usted a arriesgar por un compact?

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